Junto al Resucitado, en la Plaza de Ntra. Sra. de la Soledad, después de una Semana Santa un tanto extraña, se me ocurrió acercarme a mi hermano chico, en el zanco izquierdo de atras, custodiado también por Joaquín Carrabeo, y decirles:
- ¡Chico! Acordarse de las Hermandades que se han quedado dentro, de la gente de San José, de la Vera Cruz, y por nosotros la Soledad; ¡Vosotros sois unos privilegiados pudiendo pasear al Resucitado como lo estais haciendo!
A lo que me respondió emocionado como yo: ¡Va por ellos!; pero hoy va por Tita Antonia, que ya no esta con nosotros, y por la abuela, y por mama, ...
Ya no hubo más palabras, nos unimos en el Amor, y emocinados acompañamos al Vivo a casa.
Menos mal que el Carrabeo tenia un clinex; y el abrazo sincero del capataz, me hizo sentirme orgulloso de mi hermano, el cual habia crecido junto a mi, el sentado en los sacos de ensayo, y yo bajo la trabajaderas. Hoy trabajamos juntos....
Fotos: Guillermo Martínez.
2 comentarios:
muy bonitas palabras¡¡¡ rafael
Cuando se es asi solo vale decir enhorabuena por ser como sois gracias por hacernos participe de esa emoción rafa. Un abrazo. Son muchos los que intentan y pocos los que encuentran el sentido a todo esto.
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