lunes, 14 de diciembre de 2009

MANIFIESTO DEL CONSEJO GENERAL DE HERMANDADES Y COFRADIAS DE CORIA DEL RIO.

MANIFIESTO DEL CONSEJO GENERAL DE HERMANDADES Y COFRADIAS DE CORIA DEL RIO.

El Consejo General de Hermandades y Cofradías de Coria del Río en relación con los problemas e inquietudes de la sociedad en la que vivimos actualmente, queremos poner de manifiesto los siguientes puntos:

1.- En nombre de las Hermandades y Cofradías de Coria del Río, como parte activa de la Iglesia Católica y fieles laicos, hacemos nuestra su doctrina y principios, manifestando el amor y caridad cristiana hacia el prójimo.

2.- Denunciamos las injusticias que perviven en nuestra sociedad, especialmente, el hambre, el paro, la pobreza, la marginación, el consumismo, el rechazo a los inmigrantes, las guerras y en general cualquier atentado hacía la dignidad del hombre y de la mujer.

Como establece la doctrina social de la Iglesia, debemos defender los derechos ignorados y violados, especialmente de los derechos de los pobres y de los más débiles. Esta denuncia es tanto más necesaria cuanto más se extiendan las injusticias y las violencias, que abarcan categorías enteras de personas y amplias áreas geográficas del mundo, y por supuesto, también afectan a nuestra localidad. Todo ello, da lugar a abusos y desequilibrios que agitan a nuestra sociedad.

3.- Queremos manifestar, con total claridad y contundencia, nuestra defensa de la vida humana, que es sagrada e inviolable desde el momento de su concepción hasta la muerte natural de la persona.

El aborto es un gravísimo atentado contra la vida humana que en ningún momento se puede justificar. Nuestra postura contra el aborto no entiende – ni nunca ha entendido- de coberturas legales, ni desde su despenalización en los años 80 ni con la regulación normativa que se está tramitando en nuestro Parlamento.

En cualquier caso, debemos mostrar misericordia hacía las personas que se ven abocadas a esta situación de tragedia personal y fracaso social, que en definitiva, supone el aborto. Lo que debe incumbir a la ley, como ha manifestado la Iglesia, es procurar una reforma de la sociedad, de las condiciones de vida en todos los sectores, comenzando por los menos favorecidos, para que siempre y en todas partes sea posible una acogida digna a toda criatura humana que viene a este mundo. Se debe procurar la ayuda a las familias, a las madres solteras y a los niños. En definitiva, toda una política positiva que hay que promover para que haya siempre una alternativa posible y honrosa para el aborto.

4.- Por último, y en cuanto a los símbolos religiosos, y en concreto, en cuanto a la presencia del crucifijo tanto en lugares públicos como en centros escolares, manifestamos que dicha presencia del crucifijo, no sólo no supone un menoscabo en las creencias religiosas de los ciudadanos, sino incluso una garantía en la defensa de lo diferente. Buena prueba de ello, lo encontramos en la labor de Caritas, donde preside el crucifijo cualquier actuación, y ésta se presta a cualquier necesitado, con independencia de su raza y credo.

Deseamos concluir este manifiesto, encomendándonos a Dios y a la Virgen Santísima para que con su ayuda, podamos superar todas las injusticias y desigualdades que, desgraciadamente, existen en nuestra sociedad y respecto de las cuales no podemos permanecer impasibles.

Coria del Río, diciembre de dos mil nueve.

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